jueves, 25 de febrero de 2010

¡Sabios en los tiempos!

¡SABIOS EN LOS TIEMPOS!
Por Dr. José Arizmendi Vázquez
Dentro de la vida diaria, siempre hemos batallado con tener la sabiduría y humildad para entender, conocer y ser sensibles a los tiempos que estamos viviendo. Dios en su infinito poder, está obrando un propósito poderoso, dentro del cual su pueblo retomara la posición a la cual fue llamado, siendo constituido como su reino en esta tierra, pero dentro de estos tiempos divinos también se viven tiempos en los cuales, como iglesia, sufrimos peligros constantes, por lo cual debemos de ser sabios en distinguir los tiempos que estamos viviendo.
“Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede.
Cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace.
¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra;
¿Y cómo no distinguís este tiempo?” San Lucas 12:54-56
“Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
Mas el respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! Que sabéis distinguir el aspecto del cielo,
¡Mas las señales de los tiempos no podéis!” San Mateo 16:1-3

Cuando leemos y analizamos estos pasajes bíblicos, encontramos el mismo problema en dos tipos diferentes de personas; unos de ellos eran el pueblo y los otros eran lideres religiosos. Pero en ambos resalta su incapacidad para saber distinguir los tiempos, no saben “discernir”. La definición de la palabra discernir es: (1) Del latín discernere. Distinguir algo de otra cosa, señalando la diferencia que hay entre ellas. Es indudable que en este momento Jesús enfrentaba una gran decepción ante la falta de sabiduría de estas personas. Pero por desgracia ese sigue siendo el mismo problema que muchos aquejan, hoy día, muchos líderes religiosos y personas del pueblo viven en “ceguera espiritual” y su falta de visión denota carente sabiduría que no les permite distinguir o discernir los tiempos que vivimos en esta actualidad.
Al enfrentarnos a la era moderna y a todo lo que conlleva, a la constante evolución en todas las áreas de la vida, tales como la ciencia, la tecnología, la informática, la política, la globalización y mucho mas; todo esto produce en nosotros una gran incertidumbre de inseguridad e inestabilidad en nuestra adaptación y respuesta a estos cambios, los cuales influyen y transforman radicalmente nuestra percepción del mundo que nos rodea, en las formas de hacer las cosas, y define de otra manera nuestras relaciones interpersonales.
Pero en medio de esta evolución y cambios de fondo estamos nosotros los hijos de Dios, sus siervos, su Iglesia, y nos resulta necesario saber y entender como, a pesar de todo esto, nosotros podemos mantenernos sin alterar los principios inmutables de la palabra de Dios, los cuales por la eternidad, serán cimiento de nuestra conducta de amor y fe.
“El que guarda el mandamiento no experimentara mal;
Y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio” Eclesiastés 8:5
Muchos no han reflexionado, por lo mismo no han aprendido, eso trae como consecuencia falta de sabiduría, siendo el resultado no saber discernirlos tiempos. Cuando nosotros reflexionamos también aprendemos, pero lo aprendido, cuando lo ponemos en practica, se transforma en sabiduría. Cuando somos sabios, también discernimos los tiempos.
En esta Nueva Generación también hay muchos que conocen a su Dios, y así como el profeta Elías, sentía que había quedado solo a causa de que los otros profetas de Israel habían sido muertos a espada, el sabia que lo buscaban para matarlo también, pero en un tiempo glorioso de Dios, se le muestra en medio de un silbo apacible y delicado, hablándole al Profeta, le hace saber que no esta solo, sino que El haría quedar en Israel a siete mil, los cuales no habían adorado otros dioses, sino que serian guardados para El, el Profeta de Dios a pesar de las circunstancias no estaba solo; Ahora para nosotros, de la misma forma, podemos decir que nuestro Señor ha reservado un ejercito que sabe que el tiempo es hoy. A pesar de que muchos no disciernen los tiempos, Dios ha preparado una Nueva Generación que si sabe distinguir la diferencia y el mover de El, para creerle y obedecerle, y nosotros lo sabemos: Ya es el tiempo de Dios. En nosotros no solo hay un espíritu diferente, también tenemos un corazón sabio y entendido, tenemos ojos y si vemos, el velo que tapaba nuestra vista ha sido rasgado y ya vemos claramente; discernimos los tiempos y somos sabios en ellos
“De los hijos de Isacar, doscientos príncipes, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos” 1 Crónicas 12:32

1° Somos entendidos en los tiempos.
En la actualidad la Iglesia necesita más que siempre de hombres y mujeres de Dios que sepan ser entendidos en los tiempos que vivimos por la gracia del Señor. En el presente nos esta sucediendo lo mismo que al rey David, en el momento cuando su ejercito estaba siendo formado, el rey David necesitaba gente con cualidades especiales. Ahora nuestro Rey y Dios, esta formando un ejercito poderoso, y entre ellos estamos nosotros, que somos como los hijos de Isacar, entendidos en los tiempos y mover divino. Hablamos lo que Dios esta hablando y hacemos lo que Dios esta haciendo, así como Jesús lo hacia (San Juan 5:19); a pesar de que otros, al igual que sus hermanos, no entienden los tiempos (San Juan 7:1-9), eso los lleva a actuar de una manera distinta; pero nosotros que si entendemos los tiempos, solo actuamos como Jesús lo hacia, y veremos el cumplimiento de su palabra cuando dijo:
“De cierto, de cierto os digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre”. San Juan 14:12
Por lo mismo, que no sea extraño que si somos entendidos en los tiempos, también haremos todo lo que El hizo, y mayores cosas aun, no sea extraño para nadie que el poder de Jesús actué en nosotros también.
¡Bienvenidos sean los milagros, señales y prodigios…AMEN!
2° Sabemos qué hacer.
No se puede vivir sin saber que hacer. En todos los momentos de la vida es necesario saberlo; si se esta formando un ejército, es de esperarse que sea para la guerra. Dios forma un ejército para pelear, pero el ejército de El solo va a la batalla para ganar. Por lo mismo, es importante, que personas que están en una guerra, sepan que hacer y que desiciones tomar, que pasos hay que seguir; ese tipo de gente es necesaria para guiar al pueblo dentro del plan profético y propósito de Dios, teniendo la seguridad de las etapas a seguir para lograr un buen fin. Muchos dudan que hacer o simplemente no lo saben, pero el ejercito que Dios forma si sabe que hay que hacer dentro del tiempo Divino. Los que saben que hacer se adelantan y preparan lo que el futuro les exigirá.
“Cuando alzo Jesús los ojos, y vio que había venido a el gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman?
Pero esto decía para probarle; porque el sabia lo que había de hacer”
San Juan 6:5-6
Esta generación alza los ojos y solo mira grandes multitudes, pero a pesar de las dudas, saben lo que tienen que hacer, y solo es algo: ¡alimentarlos!, el ejercito que Dios forma sabe que debe de hacer y también alza los ojos, son hombres y mujeres visionarios que solo ven multitudes.
3° Somos seguidos.
Debemos de conocer el momento exacto de Dios, recibir la sabiduría del Espíritu Santo para tener una revelación de cómo actuar y de lo que debemos hacer; pero también nuestro dicho, nuestra palabra, nuestra voz debe lograr tener convocatoria y poder, de forma tal, que todos vengan y así guiar al pueblo, no a nuestros pies, pero si al pie de la cruz, único lugar para que reciban salvación. No es suficiente una gran habilidad humana, o elocuencia descomunal, no se necesita facilidad en la comunicación, en estos tiempos se requiere oír la voz de Dios, para transmitirla con poder. Juan el bautista decía:
“Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor”
San Juan 1:23
Una voz, no un eco, no un sonido, no un ruido; el marcaba la pauta para su generación. Ahora, Dios mismo, usa su voz para cambiar el rumbo de su pueblo y así lograr transformar a la iglesia, y a las naciones.
La voz Profética es la que es seguida por las multitudes, porque es guiada por Dios, siendo saturada de una dirección y destino que satisface las necesidades del pueblo, para ser transmitido el objetivo y propósito que cambia nuestras vidas y formas, para hacerlas nuevas y proveernos de una dirección Divina verdadera; siendo así gobernados por su palabra.
Cuando el pueblo nos siga, que no sea extraño para nadie, es solo porque Dios habla a través de nosotros. El verdadero siervo conoce la voz de Dios y la obedece, por lo mismo, los hombres de Dios deben solo hablar lo que su Señor habla, solo eso y nada más.
“Id, y puestos de pie en el templo, anunciar al pueblo todas las palabras de esta vida” Hechos 5:20
Ciertamente vivimos tiempos difíciles, en los cuales la iglesia sufre, pero nosotros debemos de actuar bajo las promesas de Dios, más que los peligros que sufrimos debemos de hablar de las bendiciones que nuestro Señor nos tiene listas, teniendo nuestra mira en sus promesas, sabiendo que no dejara a su pueblo, entendiendo los tiempos, ahora es un tiempo glorioso de Dios en el cual visita a su iglesia de forma poderosa, tiempo en el cual “La gloria de esta casa será mayor”.
Dios tiene preparado un tiempo glorioso para nosotros, seamos sabios en aceptar lo que tiene para su iglesia… Hermano, que este 2009 sea el año en el cual veas realizado el propósito de Dios para tu vida, sabiendo que el tiempo de Dios no es ayer, ni hoy, ni mañana… “EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA”
¡SEAMOS SABIOS EN LOS TIEMPOS DE DIOS… Y EL CONCEDA TODAS TUS PETICIONES Y VEAS REALIZADO TUS SUEÑOS!
¡BENDICIONES ABUNDANTES PARA ESTE AÑO NUEVO 2010!
DR. JOSÉ ARIZMENDI VÁZQUEZ